martes, septiembre 19, 2006

Marsano, cuida tu boca

Marsano, cuida tu boca,
cuida tu voz y tu vida,
en la lucha fratricida
se muere quien se equivoca.
Tu vil palabra me evoca
historias de tiempos idos
donde llegaron tus ruidos
a seducir inocentes
con palabras envolventes
que atacaban los sentidos.

Pero tu tiempo pasó,
mi estimado Nicolás,
tu palabra no da más
cayó como un dominó.
Ni el festejo ni el landó
que malamente improvisas
te darán nuevas camisas
para esconder la vileza
con que robas la belleza
de femeninas sonrisas.

Si me quieres responder
hazlo en décima espinela
(a ve si queda candela
en tu pobre proceder).
Respeta a cada mujer
que te cruces en el mundo,
recuerda, don Juan inmundo,
que de una mujer naciste;
no vayas a morir triste,
solitario e infecundo.

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