Marsano sigue en la lucha

Su alma encrespada lloró,
su aliento desvanecía,
no sentía, no veía,
el silencio murmuró.
La noche la atesoró,
el llanto era inevitable,
una angustia indeseable,
la esperanza se nublaba,
el otoño la atrapaba,
la luz era inalcanzable.

Marsano sale a romperla

Ahí sale Alianza Lima,
ahí sale mi Perú,
cuanta envidia de la "U",
pues vivimos en la cima.
Más de cien años encima,
deslumbrando con su danza,
el íntimo de confianza,
sufriendo alcanzó la gloria,
y se escuchó en la Victoria,
el eterno ¡Arriba Alianza!

Marsano, cuida tu boca

Marsano, cuida tu boca,
cuida tu voz y tu vida,
en la lucha fratricida
se muere quien se equivoca.
Tu vil palabra me evoca
historias de tiempos idos
donde llegaron tus ruidos
a seducir inocentes
con palabras envolventes
que atacaban los sentidos.

Pero tu tiempo pasó,
mi estimado Nicolás,
tu palabra no da más
cayó como un dominó.
Ni el festejo ni el landó
que malamente improvisas
te darán nuevas camisas
para esconder la vileza
con que robas la belleza
de femeninas sonrisas.

Si me quieres responder
hazlo en décima espinela
(a ve si queda candela
en tu pobre proceder).
Respeta a cada mujer
que te cruces en el mundo,
recuerda, don Juan inmundo,
que de una mujer naciste;
no vayas a morir triste,
solitario e infecundo.

Cuidado con lo que dices

Cuidado con lo que dices,
que tus palabras infames
harán Rafo -y no reclames-
que te arroje de narices.
No permito que aprendices
(con mucho por aprender)
ensucien este taller
con palabrejas sin rimas...
¡Ay de ti si es que lastimas
el honor de una mujer!

1a. de Giselle Macara

Sólo una carta fue todo,
tranquilidad y alegría,
sin uso de brujería,
se logró del mejor modo.
Tal vez tu carta, Mejía,
convenció al que me evaluó
y así mi ingreso logró.
No más preocupaciones,
sólo habrá celebraciones;
ya el colegio me extenuó.

1a de MANUEL PINZAS

Desconocido destino,
caminante peligroso
en un camino rocoso
caminante sin camino.
Desolado rojo vino,
desgraciado vagabundo
que viene de lo profundo
sin quebrantar su rutina;
sin esperanza camina
por los caminos del mundo.

Sigo esperando y espero

Sigo esperando y espero
que vengan a hacerme sombra
¿qué pasa?, ¿nadie se nombra
el mejor o elmás certero?
¡Qué!, ¿no existe un verdadero
rival para mi reinado?
Este silencio delgado
cobardón y de avestruz
le va poniendo la cruz
a todo el que me ha retado.